mercredi 22 juin 2011

Conference on Tuta absoluta in MENA region 19th – 21st July, 2011 Amman / Jordan*


Scientific conference on Tomato Borer Tuta absoluta will be held in Amman /Jordan under the auspices of the National Center for Agricultural Research and Extension and participation of the Agricultural Engineer Association and the Arab Society for Plant Protection


Tuta absoluta is a devastating pest of Tomato. It is considered to be a serious threat to tomato production in the Middle East and North Africa (MENA) region. This newly introduced pest from south America finds MENA region a perfect new home. It is crossing boarders and devastating tomato production in both protected and open fields. The infestation of Tuta absoluta also reported on potato, aubergine. 


Symposium sessions will address Tuta absoluta across regional disciplines in different agricultural, horticulture, market place and local environment issues. This Symposium greatly increases awareness concerning the area-wide approach for Tuta absoluta history, biology, ecology and control programs. Many new technical innovations have been introduced which will be addressed in order to develop a better regulatory framework for managing Tuta absoluta. 


Desired outcomes include clarifying the current state knowledge of Tuta absoluta and identifying critical issues where future emphasis should be directed to. In addressing these goals, we are seeking to develop a broad-based agenda including topics related to applied research, introducing new technologies, field applications and public awareness. 

Contact: Organizing Committee Directorate P.O. Box 11102 Amman 11123, Jordan 
Tel./Fax: (+962) 6 5536151
e-mail:tutasymposium@gmail.com (MENA : Middle East and North Africa)

Info : http://www.ncare.gov.jo/MQData/Pub01.pdf

dimanche 19 juin 2011

Effective Biological (Non-chemical) Tuta absoluta Control by Microorganism


(Strong Bacteria and Fungi Mixture Against Tuta absoluta)
Tuta absoluta is one of the most important insect pests of tomato which posing a serious threat to tomato production across the Mediterranean. This pest is crossing boarders rapidly and devastating tomato production substantially. The newly introduced pest from South America is finding the shores of the Mediterranean a perfect new home where it can breed, between 10-12 generations in a year.

T. Absoluta has a high reproductive potential. Larvae don’t enter diapause as long as food is available, and there may be 10–12 generations per year (5 in Argentina). The biological cycle is completed in 29–38 days depending on environmental conditions. Studies in Chile have shown that development takes 76.3 days at 14°C, 39.8 at 19.7 °C and 23.8 at 27.1 °C. Adults are nocturnal and usually hide during the day between leaves. Females lay eggs on aerial parts of their host plants and a single female can lay a total of about 260 eggs during its lifetime. Four larval instars develop. In Argentina, young larvae appear at the end of winter. Pupation may take place in the soil, on the leaf surface or within mines, depending on environmental conditions. When T. Absoluta does not pupate in the soil, a cocoon is usually built. The pest may overwinter as eggs, pupae or adults.

Infestation by T. absoluta has resulted in 50-100% losses in tomato. Yield and fruit quality are both significantly impacted by direct feeding of the leafminer as well as secondary pathogens entering host plants through wounds made by the pest. Larvae penetrate the fruit, leaves, or stems of host plants, creating conspicuous mines and galleries and also allowing for invasion by secondary pathogens which may lead to fruit rot. Tomato plants may be attacked at any developmental stage. Infestation by the tomato leafminer is easily detected on aerial buds, flowers, or new fruits. Chemical control is the main method of control for T. absoluta, but effective control is difficult to achieve because the larvae feed internally and develop resistance quickly.

Biology:The leaf miner goes through six stages, namely egg, three larval stages, pupa and adult. The adult leaf miners are small, yellow and black colored flies. The larvae form mines in the leaves of plants. Pupation takes place mostly in the soil.

Damage symptoms:
  • Larvae cause mines. This can lead to cosmetic damage, leaves drying out or even early defoliation. The latter may affect the yield.
  • Female adults cause feeding marks where they feed. This gives cosmetic damage to the plants. Indirect damage occurs when fungi or bacteria enter the feeding areas.
Soley’s Tuta Control Mixture:

Extract of Trichogramma pretiosum (Against adults)
Fungi Beauveria bassiana 1 Billion cfu/gr (Against eggs and larvae)
Fungi 
Metarhizium anisopliae 2 Billion cfu/gr (Against eggs and larvae)

For 1ha area: 1 Liter
Usage Period: Every planting
1 Liter concentrate mixture: 89 USD
Minimum order: 100 Liters

dimanche 5 juin 2011

Almería desmonta el bulo del pepino


ABC entra en los laboratorios donde se controlan las hortalizas: 

«Técnicamente era imposible que el origen estuviera aquí»

Día 05/06/2011


Almería desmonta el bulo del pepino
Los dos Nesidiocoris tenuis pasean tallo arriba, tallo abajo. Parecen una pareja de la Guardia Civil. Son los auténticos guardianes del tomate. En Almería están tan habituados a estos animalillos que los llaman con el apodo familiar de «nesis». Son verdaderos héroes de la lucha biológica, que en los últimos años ha dejado atrás la lucha química. De estos insectos, más pequeños que mosquitos, depende que las plagas, especialmente de la mosca blanca y la tuta absoluta, no acaben con la cosecha de tomates. La escena de los «nesis» tiene lugar bajo uno de los invernaderos más modernos del mundo: la Estación Experimental Las Palmerillas, de la Fundación Cajamar, en El Ejido.
Se estrenó el 14 de julio de 2009, pero desde entonces no han dejado de mejorarlo, como explica Roberto García Torrente, director del área de Investigación Agroalimentaria en Las Palmerillas. García Torrente cuenta que este prototipo ha recibido visitas desde muchos países, entre ellos Holanda o Israel, dos de los pioneros en la materia y de los que aprendió Almería cuando todavía era un sueño sacar beneficio de cultivar bajo plásticos.
De acuerdo con García Torrente, este moderno centro de cultivos tiene más de 25 grados de inclinación para aprovechar más la radiación en los días más cortos del invierno. Cuenta con un plástico antigoteo para que el agua condensada durante la noche no dañe el cultivo, y posee un sistema de ventilación que hace que la temperatura en el caluroso verano sea inferior dentro del invernadero. Este avance y las soluciones biológicas contra los productos químicos son solo dos ejemplos del grado de progreso y de lo que muchos consideran un milagro en la zona más árida de Europa.

El camino hacia la vanguardia

Fue Francisco Fuentes —conocido como «Paco el Piloto» porque probaba todo tipo de experiencias piloto— el que, según García Torrente, se atrevió por primera vez a techar con plástico sus plantas en medio del pedregal desértico de Almería. Entonces se multiplicaron la producción y las ganancias. De las 3.000 hectáreas de cultivo bajo invernadero, en 1974 se ha pasado a las actuales 27.000; y de ser una de las provincias más deprimidas de España, se ha aupado al puesto 22 con un Producto Interior Bruto de 13.871 millones de euros. Almería ocupa ahora la vanguardia mundial en el sector hortofrutícola, que emplea a unas 120.000 personas y genera solo en comercialización unos 2.100 millones de euros al año.
El alto nivel de los controles del mercado internacional les ha obligado a mejorar el producto cada día para no perder el tren de las exportaciones. Uno de los países más estrictos en materia de seguridad alimentaria es Alemania. «Gastamos 750.000 euros al año en análisis», se defiende Ricardo García, director general de AgrupaEjido, una comercializadora con 1.200 trabajadores en Almería que factura 150 millones de euros al año. «El mercado alemán es el más exigente», reconoce Antonio Belmonte, director general del laboratorio Sica AgriQ en la localidad de Vícar, donde analizan productos frescos de las principales cadenas de supermercados de ese país como Lidl, Aldi o Edeka. Por eso sorprende tanto en el mar de invernaderos que hayan venido de Alemania unas acusaciones que han golpeado sin piedad la profesionalidad de los empresarios de Almería y de rebote a los de toda España.
Uno de esos logros es la denominada trazabilidad, que ha mejorado y modernizado el comercio mundial. Es, en esencia, el DNI de la mercancía lo que permite en cada partida saber, gracias a una numeración en la caja, quién es el productor o a qué cliente se le ha enviado. Esto sirve, en caso de alerta, para retirar inmediatamente el producto y saber de dónde procede en caso de que sea necesario llevar a cabo alguna investigación. Todos en Almería se preguntan por qué no se ha hecho así en Alemania. «Aquí primero se ha acusado y después se ha investigado», se queja Ricardo García, de AgrupaEjido.
Si no hubiera habido muertes detrás de la bacteria E. coli, las acusaciones hubieran producido risas entre los productores, comercializadores e investigadores de Almería. «Técnicamente es imposible que el origen estuviera aquí», explica el belga Kris De Smet, director comercial en La Mojonera de la empresa Koppert, líder mundial en control biológico de plagas y polinización natural. En su almacén, los «nesis» y los swirski —pequeños ácaros que cumplen la misma función depredadora pero en otros cultivos diferentes del tomate— esperan a los agricultores para que los suelten en sus plantaciones. Un bote de plástico similar a los de champú con 50.000 swirkis cuesta 74 euros. Se necesitan 10 de esos botes para impedir las plagas en una hectárea (10.000 metros cuadrados). Estos bichos, como se refieren a ellos, han mandado a la jubilación a muchos productos fitosanitarios. «El abejorro es el gran amigo del agricultor», añade García Torrente. «No descansa los domingos y poliniza los 365 días del año».
En la vecina Roquetas de Mar, la sede del laboratorio Savia Biotech ha multiplicado por tres los encargos de análisis de muestras de frutas y hortalizas por estos días, pero sus técnicos saben que la famosa bacteria no salió de los campos almerienses. La inmensa mayoría opina que el inoportuno anuncio hecho por las autoridades de Hamburgo señalando como origen de las muertes a pepinos llegados desde Almería no es más que una metedura de pata en el ámbito político, y no apoyan la teoría de la conspiración para favorecer otros centros de producción que no sean españoles. Hay quienes recuerdan que no es la primera vez que ocurre. Pero el daño esta vez ha sido letal a pesar de que ha pillado a la campaña dando sus últimos coletazos. «Hace tres meses hubiera sido mucho más duro», señala Rafael Losilla, director de la revista especializada F&H. «Nadie volverá a vender como antes ni en España, ni en Holanda ni siquiera en Alemania hasta que no se aclare esta enorme crisis alimentaria», sentencia.

Pérdidas sangrantes

Además de las pérdidas económicas, que la Junta de Andalucía ha estimado en 75 millones de euros, hay otras pérdidas más sangrantes e invaluables: las que han causado a la imagen de marca que Almería se había forjado en las últimas décadas. «Si el consumidor no nos compra no hay nada que hacer. Nosotros nos estamos salvando por el mercado nacional», reconoce Esther Oliva, responsable de marketing de Casi, una de las mayores empresas de tomates del mundo con una facturación anual de 250 millones de kilos. Su mercado principal no es Alemania ni se dedican a producir pepinos, pero ocho de sus camiones —unos 200.000 kilos— han tenido que darse la vuelta en destino porque el comprador europeo ya no quería la mercancía. «Ante esto, aparece la figura del oportunista que se quiere quedar con los tomates a mitad de precio», añade Oliva.
Las subastas son estos días un buen termómetro con el que medir la temperatura del sector. Los pepinos se han llegado a vender a 0,02 euros el kilo, es decir, por un euro te llevas 50 kilos. Hace una semana costaban diez veces más. «Eso en el mejor de los casos, porque a menudo tenemos que tirarlos», se queja Javier Valverde, un productor que esta semana ha llevado a la planta de residuos agrícolas unos 8.000 kilos de pepinos con el dolor de su alma.
Pero Manuel Ruiz, un panadero convertido en agricultor hace doce años, no es capaz de tirar lo que tanto le cuesta producir. Su hijo Roberto deposita en la finca de un pastor vecino 15 toneladas de pepino en perfecto estado, acompañado de cuatro senegaleses. Khalifa, Mala, Masou y Chekouta arrojan cientos de cajas al suelo sabiendo que en su país miles de personas esperarían abajo con los brazos abiertos. De esta forma por lo menos las cabras y las ovejas se alimentan. Mientras el ganadero Antonio Cara maniobra con la excavadora para hacer llegar las hortalizas a los animales, su mujer, Ana María Fuentes, no esconde su perplejidad: «Con esto también comemos nosotros. ¿Qué voy a hacer? ¡pues gazpacho!».
«La genta tarda en olvidar antes de volver a consumir», opina Gabriel Barranco, presidente de La Unión, una empresa que produce cien millones de kilos de pepino al año y a la que la crisis le va a suponer perder unos diez millones de kilos. Barranco, al que alguno ha llegado a calificar como «El rey del pepino», estima sus pérdidas en unos cinco millones de euros. «Va a ser necesaria una buena campaña de publicidad para limpiar la imagen no solo de Almería, sino de toda España y en ella será necesaria la implicación del Gobierno central», añade. Barranco ha hecho una gran inversión para robotizar el manipulado de la producción. «Es seguramente el hombre que menos ha dormido estos días en Almería», según afirma un empleado del sector.
Pase lo que pase, las neveras de los alemanes seguirán dependiendo de Almería seis meses al año, de octubre a marzo. «El sector hortofrutícola alemán habla castellano antes que inglés», explica Rafael Losilla. «Los alemanes son los primeros interesados en que Almería salga bien parada». Mientras tanto los almacenes están a rebosar, especialmente de las frutas de verano que no encuentran comprador. «Aquí hay más melones que en un club de striptease», bromea un trabajador.