jeudi 13 janvier 2011

Agriculture Les prix des fruits et légumes Ibiza rebond de 10% en 2010 Agroeivissa estime que l'augmentation a sauvé la saison, mais n'atténue pas la diminution de 35% en 2009


Agricultura

Los precios de frutas y verduras ibicencas repuntan un 10% durante el año 2010

Agroeivissa considera que el incremento ha salvado la temporada, aunque no palía el descenso del 35% de 2009

 09:36   
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José Mayans junto a un lote de tomates almacenados en Agroeivissa.
José Mayans junto a un lote de tomates almacenados en Agroeivissa.  J.M.L.R.
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IBIZA | JOSÉ MIGUEL L. ROMERO El gerente de Agroeivissa, José Mayans, estima que en 2010 los precios de frutas y verduras que comercializó la cooperativa «repuntaron» un 10% de media respecto a un año atrás. No obstante, Mayans advierte de que ese incremento apenas reduce el diferencial que existe con el fuerte descenso que sufrieron en 2009, cuando cayeron un 35% respecto al año anterior. «Para recuperar lo que valían en 2008 tendrán que pasar muchos años», predice el gestor.

Si en 2009 las plagas arrasaron tomates (Tuta absoluta) y cítricos (Ceratitis capitata), un tiempo menos cálido de lo habitual, productos más efectivos contra esos insectos, un recorte del 40% de las plantaciones de tomateras y la inesperada demanda de naranjas desde el mercado peninsular permitieron en 2010 capear el temporal que se avecinaba a principios de año. Así, aunque la producción de tomate (de ensalada) cayó un 8,4% –al pasar de las 415 toneladas de 2009 a las 380 de 2010–, el aumento de su precio compensó ese descenso: el pasado ejercicio se pagó, de media, a 74 céntimos el kilo, 20 más que en 2009. Y lo que es mejor, apenas quedaron frutos en las matas, mientras que buena parte de la cosecha fue al vertedero en 2009 , lo que potenció la plaga de la Tuta absoluta.

Aunque en 2010 descendió el volumen de cítricos (-6,25% de la variedad valencia late), en la cooperativa se dan con un canto en los dientes, ya que el precio aumentó 5 céntimos de media (50 céntimos). Además, se recogieron todas las naranjas, cuando un año atrás se pudrieron en las ramas 100 toneladas (casi la mitad de lo que comercializó Agroeivissa, que ascendió a 240 toneladas) debido a su escasa rentabilidad. En cambio, en 2010, aunque pasaron por los almacenes 225 toneladas (15 menos que un año antes), prácticamente la totalidad fue recolectada. Se redujo así significativamente la propagación de la plaga de la mosca de la fruta y mejoró el estado de esos árboles frutales.

En el apartado de cítricos también se registró un fuerte incremento de la distribución de clementinas (en concreto, de clemenules): un 50% más, pues se vendieron 60 toneladas, 20 más que doce meses atrás. Eso sí, el precio bajó un 10% debido a una excesiva oferta.

Más patatas y más caras
El caso de las patatas es peculiar: a pesar de que los hoteles ya no se las compran porque «van a lo funcional, prefieren adquirirlas en bolsas, ya peladas y cortadas», según José Mayans, la comercialización ha aumentado, quizás porque la crisis ha inducido a la población a llenar la despensa con productos más básicos. En este sentido, las cifras son elocuentes. De la variedad roja se pasó de las 40 toneladas de 2009 a las 70 de 2010, un 75% más. Y ante una demanda mayor por parte de los clientes, también aumentaron en este caso los precios, nada menos que un 20%, que a juicio del gerente de Agroeivissa «es mucho».

Más aún han subido tanto el precio como la venta de la variedad picasso: de estas patatas (a mitad de camino entre la roja y la blanca) se vendieron el pasado año 25 toneladas, 15 más (un 150%) que la anterior temporada. Además, su precio ascendió un 40%. «Ha sido una sorpresa, ya que la hostelería cada vez compra menos», insiste Mayans.

Consecuencia de la crisis, en 2009 también se pudrieron muchas sandías en el campo e incluso en agosto no se llegó a vender «ni una». Pero de las 370 toneladas de esa temporada se ha pasado a 386 la siguiente (4,3% más), e incluso han alcanzado un mejor precio (35 céntimos, cinco más) en el mercado.

Uno de los descensos de la producción más llamativos es el de los melones. Se ha comercializado un 26,2% menos que en 2009, cuando se rozaron las 236 toneladas. El lado positivo para los agricultores es que esas 62 toneladas menos se han pagado, de media, un poco mejor: a 52 céntimos, dos más que los 12 meses anteriores. José Mayans atribuye esa bajada no tanto al mercado como a que tuvieron que cambiar de semillas de la variedad galias porque el fabricante se quedó sin reservas de la que usaban hasta entonces: «La nueva no funcionó como se esperaba, ha fallado mucho». Algo parecido ocurrió con las sandías, de las que escasearon las semillas de la variedad imperial, por lo que la cooperativa tuvo que buscar una similar para sustituirla.


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